Llega este nuevo año con matices de comida tailandesa, lo dulce de dejar atrás el fatídico 2020, lo agrio de que aun nos acompañe el virus en 2021.
El virus se mudó con el homo sapiens en un concubinato tan indeseado como promiscuo, tan global como MacDonald, tan íntimo como tu cepillo de dientes.
Cual jinete desbocado golpea, humilla, arrasa, doblega vidas, sueños, esperanzas, estilos de vida. todo… lacera a USA, haciéndolo parecer un país de tercer mundo … se impone sobre las murallas de Buckingham, se enseñorea contra la puerta de Brandemburgo hasta escabullirse en los mosaicos inmortales de Tiananmen, luego de burlar la milenaria gran muralla china. Está en todas partes, a toda hora .
. contigo. Conmigo . . con casi todos.
Esto es serio y va para largo … Aceptémoslo; no es opcional. Aun con la vacuna 2021 será muy difícil … demorará el momento para un suspiro.
El peor tratamiento es un mal diagnóstico … nunca aplicaremos la receta correcta, si hacemos un diagnostico incorrecto…
Estamos como nación, compelidos a una cercana e inexorable cita con la realidad.
La aspirina no cura cáncer. La quimioterapia sí
Es hora de tomar el toro por los cuernos.
La nación tendrá que entender:
1) Los desafíos existenciales que entraña la pandemia, comprender que nos jugamos décadas de atraso, pobreza y hasta caos si no actuamos juntos y oportunamente, como uno solo. La cooperación colectiva es esencial.
2) La batalla sanitaria y económica costará sangre, sudor y lagrimas, será larga, costosa, dolorosa con recaídas, traumas y un concierto de secuelas individuales y colectivas.. tangibles o no.
Nada volverá a ser igual.. adiós normalidad .. entendámoslo por las buenas o la realidad nos lo enseñará por las malas.
Lincoln decía: Nada es mas terco que los hechos.
Los lideres guían; los gabinetes administran.
Este es el año de convocar la Nación. Hacer diagnósticos realistas, crudos, dolorosos pero necesarios para aplicar los correctivos de corto, mediano y largo plazo.
No hay un cerebro acompañado de buena voluntad y amor patrio que no merezca ser parte del análisis y reflexión nacional. Ningún buen dominicano/a sobra en estas horas aciagas y definitorias..
Es crucial la brújula, la certidumbre, la previsibilidad. Prepararnos para el peor escenario. porque, al final, mata mas la duda que el desengaño.
El buen piloto cuando anuncia mal tiempo en pleno vuelo no dice: “atravesaremos algunas turbulencias, serán breves, leves y sin riesgos, nada que no hayamos visto antes” aun siendo todo lo anterior cierto ese piloto avisa que hay que prepararse y preparar la tripulación de cabina. Si son fuertes las turbulencias, estarán preparados… sin son leves, estarán entrenados para cuando lo sean.
Estamos en turbulencia y será prolongada. Crisis sanitaria que genera crisis económica creando un caldo de cultivo para crisis social que desemboca en crisis política.
Debemos repensarlo todo y todos.
Nota : Lo peor lo de la pandemia no ha pasado, lo peor de la crisis económica no ha
llegado. ( video abril 2020)