Una de las relaciones más injustas es la de los seres humanos con sus dioses, les pedimos de todo y le culpamos de todo. El trabajo de ellos se hizo hace eones. Ya ellos terminaron, crearon todo y nos enseñaron todo. Ahora vamos por nuestra cuenta. Los dioses no envían ni detienen ciclones, no envían ni evitan plagas, ni terremotos, ni guerras, ni hambre. Ellos te dieron un corazón y una mente para discernir. Si estas esperando un milagro dejame decirte que te prepares a una larga espera. Los sueños se conquistan con el cerebro y el corazón que nos dieron. Los dioses no consiguen empleo, no dan números de lotería ni consiguen pareja, todo eso ellos te lo ponen en el camino eres tu el que debes discernir, elegir y luchar. En este corto viaje que se llama vida ellos nos dieron un barco y una brújula, pero no nos dijeron a que puerto dirigirnos. En este preciso momento puedes estar en el mejor empleo que vas a tener, puedes estar frente al amor de tu vida. Puedes haber estado esperando a alguien toda tu vida, pero no das el paso esperando que los dioses lo hagan por ti y cuando despiertes ya ese barco amado irá rumbo a otro puerto. Tal es la naturaleza de los dioses. Ya su trabajo está hecho. Ahora te toca a ti. Ya te han dado demasiado, te dieron la vida.